chilenos somos conejillos de experimento y parte de un negocio
Hay que hacer historia. Cuando lees un articulo como este te das cuenta de que te han engañado y nos siguen engañado con asuntos que se relacionan con la pandemia, la inmigración ilegal, la nueva constitución, las reformas. tributaria, las AFPs, las Isapres, etcéteras.
Pero no fue así y ahora que estamos frente a distintas crisis, nos ofrecerán salidas, y estas nos conducen directamente a ser lacayos del poder global y la imposición del desarrollo sostenible, y esto es inevitable de no ser que aprovechemos este precario despertar y provoquemos un fuerte movimiento insurreccional, mejor que el que derroco a Morales
Y así lo hicieron tras negociar el acceso temprano a decenas de millones de dosis de vacunas contra la COVID-19, Chile inoculo a sus habitantes más rápidamente que cualquier otro país de América y estuvo a punto de ser uno de los primeros del mundo en alcanzar la inmunidad de rebaño.
Sin embargo los expertos han afirmado que la rápida y eficiente campaña de vacunación del país —solo Israel, Emiratos Árabes Unidos y Seychelles vacunaron a una proporción mayor de su población— lo que dio a los chilenos una falsa sensación de seguridad no obstante fue una acción que contribuyó a un fuerte aumento de nuevas infecciones y muertes que en la actualidad sobrecarga el sistema de salud.
El aumento de los casos, incluso cuando más de un tercio de la población chilena había recibido al menos la primera dosis de una vacuna para la COVID-19, sirvió de advertencia para otros países que esperaban que las campañas de vacunación pusieran fin rápidamente a la era de las fronteras cerradas, las economías bajo asedio y el distanciamiento social. El aumento de los casos desencadenó una nueva serie de estrictas medidas de confinamiento que restringieron la movilidad de casi 14 millones de chilenos, que tuvieron que adaptarse al subsidio para comida, energía, y otros.
“Cuando las tasas de transmisión son altas, la vacuna no frena de inmediato las nuevas infecciones”, dijo Denise Garrett, epidemióloga del Instituto de Vacunas Sabin en Washington D.C. “Y con las nuevas variantes, que son más contagiosas, no es probable que veamos un gran impacto hasta que la gran mayoría de la población esté vacunada”. Es decir la pandemia no fue combatida adecuadamente, porque sobre el criterio científico se impuso la política de los gobernantes
La gravedad de la crisis en Chile se hizo evidente cuando el presidente Sebastián Piñera pidió al Congreso que retrasara seis semanas la votación prevista para principios de abril para elegir a los representantes que redactarán una nueva Constitución y a otros funcionarios.
“Proteger la salud de todos nuestros compatriotas ha sido siempre nuestra primera prioridad”, dijo Piñera en un comunicado y argumentando que con la pandemia no era propicio celebrar un proceso de votación “democrático, participativo y seguro”.
Son millones de chilenos de los 18 millones de personas del país fueron vacunados, aun así el aumento de los contagios dejo a las unidades de cuidados intensivos operando con pocas camas de sobra y el sistema en un punto límite que casi colapso.
En algún momento Chile registró 7626 nuevos casos de COVID-19 en un solo día, un récord, y el ritmo de nuevas infecciones se duplico respecto a meses anteriores. Paradojal fue el caso de que el principal hospital de Valparaíso tuvo que abrir durante el fin de semana una nueva morgue, porque la que tienen fue desbordada. Los funcionarios de salud de Chile identificaron casos de nuevas variantes que se detectaron por primera vez en Reino Unido y Brasil.
Francisca Crispi, presidenta regional en Santiago del Colegio Médico de Chile, afirmó que entre el 20 y el 30 por ciento de los profesionales de la medicina en el país han pedido licencia porque están muy agotados. Muchos tienen problemas de salud mental e ideaciones suicidas, añadió.
“Nadie duda que el proceso de vacunación fue un gran éxito”, dijo. “Pero se transmitió un falso mensaje a la ciudadanía de que, como ya estando vacunados, se acabaría la pandemia”. Todo esto hoy nos hace pensar que había políticamente detrás de todo este drama.
Cabe la pregunta: ¿ Por qué Piñera se precipitó al reabrir las fronteras? En enero, después de haber restringido fuertemente el flujo de personas a través de las fronteras provinciales, el gobierno creó un sistema de permisos para que los chilenos se fueran de vacaciones de verano.
“No hubo un control y trazabilidad efectivos de las personas que llegaron al país”, dijo Crispi. “Muchas personas salieron de vacaciones fuera del país. Eso fue una medida muy equivocada”.
Pronto, Chile también permitió la reapertura de gimnasios, iglesias, centros comerciales, restaurantes y hasta casinos. Incluso cuando los expertos pidieron precaución, el gobierno se aferró a su plan de reabrir las escuelas el 1 de marzo.
A medida que la gente empezaba a moverse y a consumir con mayor facilidad, los médicos empezaron a preocuparse, sobre todo porque el gobierno no disponía de un sistema eficaz de rastreo de contagios.
“Esta situación la veíamos venir”, dijo Claudia Cortés, especialista en enfermedades infecciosas que dicta clases en la Universidad de Chile y ha tratado pacientes con COVID-19 en una clínica privada de Santiago. “Más de cuatro millones de personas se movieron a lo largo del país, lo cual hizo que la infección, que estaba concentrada en lugares grandes, se distribuyera por todo el país”.¿Sospechosa situación?
El entonces ministro de Salud, Enrique Paris, defendió el sistema de permisos para vacacionar pero reconoció que el gobierno debió haber sido más enfático al transmitir que el virus seguía siendo una gran amenaza cuando los chilenos se pusieron más displicentes en cuanto al uso de mascarilla y las reuniones.
“El error quizás fue no haber tenido una comunicación de riesgo evidente para darle a la gente que tomó ese permiso la instrucción necesaria”, dijo a principios de marzo, mes en que terminaba la temporada veraniega
Varios otros países de la región tuvieron dificultades para detener los contagios. En Brasil, los hospitales de varios estados tenían lista de espera para atender a los pacientes gravemente enfermos. Los médicos de Paraguay enfrentaron escasez de medicamentos básicos cuando el virus avanzo con velocidad.
El asunto fue que las consecuencias para Chile a pesar de haberse encontrado mejor preparado y con mayores recursos que cualquiera de sus vecinos para controlar al virus resulto siendo un país desbastado económicamente.
Desde el segundo periodo de la Bachelet en el 2015 comenzó todo, y la mundialmente pandemia fue el asunto que consolido el poder de la ONU con su OMS como gobierno globalista mundial.
Hoy Chile vive un proceso de ajuste para la Agenda 2030 y sus
Objetivos y metas de desarrollo sostenible ODS. Pero debe entenderse que todo es parte de un continuo y largo plan trazado para apropiarse de Chile y convertir a los Chilenos en esclavos del Gobierno Mundial de los globalistas.
¿Cómo ha ocurrido esto? Es fácil saberlo, pero por lo mismo como es tan fácil saberlo es que la población chilena no lo acepta como verdad, y la mayoría de los chilenos están convencido que quienes lo denuncian son "teóricos de la conspiración".
Quienes debían haber evitado todo esto deberían haber sido primero quienes gobiernan en los tres poderes existentes en Chile, la prensa o media, intelectuales, los partidos políticos sin distinción de sus doctrinas, es decir de izquierda a derecha, y por ultimo la Fuerzas Armadas y de Orden.
Hoy Chile vive un proceso de ajuste para la Agenda 2030 y sus
Objetivos y metas de desarrollo sostenible ODS. Pero debe entenderse que todo es parte de un continuo y largo plan trazado para apropiarse de Chile y convertir a los Chilenos en esclavos del Gobierno Mundial de los globalistas.
¿Cómo ha ocurrido esto? Es fácil saberlo, pero por lo mismo como es tan fácil saberlo es que la población chilena no lo acepta como verdad, y la mayoría de los chilenos están convencido que quienes lo denuncian son "teóricos de la conspiración".
Quienes debían haber evitado todo esto deberían haber sido primero quienes gobiernan en los tres poderes existentes en Chile, la prensa o media, intelectuales, los partidos políticos sin distinción de sus doctrinas, es decir de izquierda a derecha, y por ultimo la Fuerzas Armadas y de Orden.
Pero no fue así y ahora que estamos frente a distintas crisis, nos ofrecerán salidas, y estas nos conducen directamente a ser lacayos del poder global y la imposición del desarrollo sostenible, y esto es inevitable de no ser que aprovechemos este precario despertar y provoquemos un fuerte movimiento insurreccional, mejor que el que derroco a Morales
Y así lo hicieron tras negociar el acceso temprano a decenas de millones de dosis de vacunas contra la COVID-19, Chile inoculo a sus habitantes más rápidamente que cualquier otro país de América y estuvo a punto de ser uno de los primeros del mundo en alcanzar la inmunidad de rebaño.
Sin embargo los expertos han afirmado que la rápida y eficiente campaña de vacunación del país —solo Israel, Emiratos Árabes Unidos y Seychelles vacunaron a una proporción mayor de su población— lo que dio a los chilenos una falsa sensación de seguridad no obstante fue una acción que contribuyó a un fuerte aumento de nuevas infecciones y muertes que en la actualidad sobrecarga el sistema de salud.
El aumento de los casos, incluso cuando más de un tercio de la población chilena había recibido al menos la primera dosis de una vacuna para la COVID-19, sirvió de advertencia para otros países que esperaban que las campañas de vacunación pusieran fin rápidamente a la era de las fronteras cerradas, las economías bajo asedio y el distanciamiento social. El aumento de los casos desencadenó una nueva serie de estrictas medidas de confinamiento que restringieron la movilidad de casi 14 millones de chilenos, que tuvieron que adaptarse al subsidio para comida, energía, y otros.
“Cuando las tasas de transmisión son altas, la vacuna no frena de inmediato las nuevas infecciones”, dijo Denise Garrett, epidemióloga del Instituto de Vacunas Sabin en Washington D.C. “Y con las nuevas variantes, que son más contagiosas, no es probable que veamos un gran impacto hasta que la gran mayoría de la población esté vacunada”. Es decir la pandemia no fue combatida adecuadamente, porque sobre el criterio científico se impuso la política de los gobernantes
La gravedad de la crisis en Chile se hizo evidente cuando el presidente Sebastián Piñera pidió al Congreso que retrasara seis semanas la votación prevista para principios de abril para elegir a los representantes que redactarán una nueva Constitución y a otros funcionarios.
“Proteger la salud de todos nuestros compatriotas ha sido siempre nuestra primera prioridad”, dijo Piñera en un comunicado y argumentando que con la pandemia no era propicio celebrar un proceso de votación “democrático, participativo y seguro”.
Son millones de chilenos de los 18 millones de personas del país fueron vacunados, aun así el aumento de los contagios dejo a las unidades de cuidados intensivos operando con pocas camas de sobra y el sistema en un punto límite que casi colapso.
En algún momento Chile registró 7626 nuevos casos de COVID-19 en un solo día, un récord, y el ritmo de nuevas infecciones se duplico respecto a meses anteriores. Paradojal fue el caso de que el principal hospital de Valparaíso tuvo que abrir durante el fin de semana una nueva morgue, porque la que tienen fue desbordada. Los funcionarios de salud de Chile identificaron casos de nuevas variantes que se detectaron por primera vez en Reino Unido y Brasil.
Francisca Crispi, presidenta regional en Santiago del Colegio Médico de Chile, afirmó que entre el 20 y el 30 por ciento de los profesionales de la medicina en el país han pedido licencia porque están muy agotados. Muchos tienen problemas de salud mental e ideaciones suicidas, añadió.
“Nadie duda que el proceso de vacunación fue un gran éxito”, dijo. “Pero se transmitió un falso mensaje a la ciudadanía de que, como ya estando vacunados, se acabaría la pandemia”. Todo esto hoy nos hace pensar que había políticamente detrás de todo este drama.
Cabe la pregunta: ¿ Por qué Piñera se precipitó al reabrir las fronteras? En enero, después de haber restringido fuertemente el flujo de personas a través de las fronteras provinciales, el gobierno creó un sistema de permisos para que los chilenos se fueran de vacaciones de verano.
“No hubo un control y trazabilidad efectivos de las personas que llegaron al país”, dijo Crispi. “Muchas personas salieron de vacaciones fuera del país. Eso fue una medida muy equivocada”.
Pronto, Chile también permitió la reapertura de gimnasios, iglesias, centros comerciales, restaurantes y hasta casinos. Incluso cuando los expertos pidieron precaución, el gobierno se aferró a su plan de reabrir las escuelas el 1 de marzo.
A medida que la gente empezaba a moverse y a consumir con mayor facilidad, los médicos empezaron a preocuparse, sobre todo porque el gobierno no disponía de un sistema eficaz de rastreo de contagios.
“Esta situación la veíamos venir”, dijo Claudia Cortés, especialista en enfermedades infecciosas que dicta clases en la Universidad de Chile y ha tratado pacientes con COVID-19 en una clínica privada de Santiago. “Más de cuatro millones de personas se movieron a lo largo del país, lo cual hizo que la infección, que estaba concentrada en lugares grandes, se distribuyera por todo el país”.¿Sospechosa situación?
El entonces ministro de Salud, Enrique Paris, defendió el sistema de permisos para vacacionar pero reconoció que el gobierno debió haber sido más enfático al transmitir que el virus seguía siendo una gran amenaza cuando los chilenos se pusieron más displicentes en cuanto al uso de mascarilla y las reuniones.
“El error quizás fue no haber tenido una comunicación de riesgo evidente para darle a la gente que tomó ese permiso la instrucción necesaria”, dijo a principios de marzo, mes en que terminaba la temporada veraniega
Varios otros países de la región tuvieron dificultades para detener los contagios. En Brasil, los hospitales de varios estados tenían lista de espera para atender a los pacientes gravemente enfermos. Los médicos de Paraguay enfrentaron escasez de medicamentos básicos cuando el virus avanzo con velocidad.
El asunto fue que las consecuencias para Chile a pesar de haberse encontrado mejor preparado y con mayores recursos que cualquiera de sus vecinos para controlar al virus resulto siendo un país desbastado económicamente.
Rodrigo Yáñez, alto funcionario del ministerio de Relaciones Exteriores que supervisó el programa de procuración de vacunas, dijo que Chile había logrado asegurar una gran cantidad de dosis poco después de que empezó la fabricación al actuar de manera decisiva y anticipada, y las cifras del gasto son entregadas lentamente y no son totales que ayuden a entender lo desastroso del tratamiento gubernamental de la pandemia. En términos generales la responsabilidad es única y exclusiva de Sebastian Piñera Presidente.
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